Como la Gripe A es un tema que ya está bastante trillado, quería reflejar aquí una de las situaciones en las que se traduce lo de la crisis en mi contexto… Por cambiar un poco de tema de conversación!
Resulta que en los hospitales, que es un lugar donde la gente pasa días (los pacientes), meses (algunos pacientes y algunos trabajadores) o años (espero que sólo los trabajadores), «de toda la vida de dios» ha habido agua para beber y pequeñas cositas que comer (paquetitos de galletas, magdalenas, yogures, zumos…) que tomaban entre horas algunos enfermos y algunos médicos que estaban de guardia (y por tanto se dedican a deambular dentro del hospital 24-32 o más horas seguidas).
Ya cuando llegué a mi hospital, me sorprendió que en general, ni médicos ni pacientes tenían a su disponibilidad agua embotellada (lo que, habiendo conocido el Dr. Negrín, me causó cierta sorpresa). Pero por suerte, como en mi planta estaban los pacientes trasplantados (de médula), teníamos acceso a botellas de agua que sólo ellos podían recibir. Y he de mencionar lo increíblemente sorprendente que resultaba que oficialmente, sólo los pacientes trasplantados podían recibir esas botellas, mientras que los pacientes sin defensas por la quimioterapia no.
Pues bueno, hasta hace unos meses, en cualquier momento podías conseguir alguna magdalena o botella de agua sin más trabajo que abrir el armario donde se guardaban.
¡Pero con la Crisis todo ha cambiado! Ya no mandan a la planta yogures ni magdalenas. Cada vez hay menos botellas de agua en el armario y más carteles (dirigidos al personal) en los que se recuerda que (palabras textuales):» las botellas de agua son para los enfermos y no para el personal». Y en la nevera sólo hay batidos hiperproteicos (y no estoy tan enferma como para probar uno de esos).
Lo mejor: ante la insistencia de la supervisora para que el personal no cogiera botellas de agua de esas exclusivamente enviadas para los enfermos trasplantados, alguien en algún momento dijo de broma que tuviéramos cuidado, porque «la super iba a poner cámaras para pillar al que cogiera agua».
Y… Dicho y hecho! Apareció la cámara!

Sólo que era una cámara propia de tiempos de crisis!!!!
Menos mal que todavía nos queda ironía… Porque lo que es agua o yogures!!!!
Besos: Lauri. (P.D. ¡Me niego a beber agua del grifo!)